Caso de éxito: exportaciones y tienda de regalos

Agencia mundial que hace regalos a parientes y amigos que viven dentro del pais. Averigua en este humorístico artículo como se puede crear una empresa con un poco de ingenio.


La inspiración para iniciar un negocio puede llegar de cualquier lugar, desde una novela hasta un chiste. Podemos estar en una plaza comercial o simplemente en el campo y pum: aparece esa idea reveladora.

Una de mis principales fuentes de inspiración es la lectura. Es por eso que les comparto un artículo de uno de mis autores favoritos. Siempre que lo leo me produce risa, curiosidad y una grán reflexión sobre su contenido empresarial:

EI otro día se me ocurrió un gran negocio. Pero en vez de ir corriendo a patentarlo, voy a explicarlo en el presente artículo, para que alguno de mis lectores, más tenaz y más ambicioso que yo, lo lleve a cabo y se haga, no millonario, pero si riquillo. 

Para empezar, una confesión. La verdad es que no se me ha ocurrido a mí. Es algo que vi en un periódico extranjero y que creo que puede aplicarse en México con gran éxito. 

Es un negocio sencillisimo. Como todos los grandes negocios, para hacerlo, lo único que se necesita es dinero, un teléfono y un poco de imaginación. 

Voy a explicar la cosa. En Inglaterra, que es un país en donde es tan difícil importar cosas como en México, existe una agencia que se encarga de recibir dinero de las personas que viven en el extranjero y tienen parientes y amigos en el interior del país, y de enviar a estos últimos regalos de navidad manufacturados en Inglaterra. De esta manera se matan muchos pájaros de un tiro: se evita a los obsequiantes la vergüenza de mandar a sus parientes sumas ridículas de dinero para que compren sus propios regalos; a los obsequiados, la molestia de tener que ir a la aduana a recoger regalos y la necesidad de pagar impuesto; se estabiliza la balanza de pagos con la recepción de divisas; se fomenta la industria británica; y por último, y más importante, se hace un buen negocio, porque entre que entra el dinero y sale el regalo, algo se ha de quedar en manos del agente. ¿No es una idea genial? Bueno, pues en México se puede hacer lo mismo. 

Para los escépticos, vamos a hacer la siguiente consideración: ¿Cuantos mexicanos tienen parientes próximos o amigos íntimos en el extranjero? Pasan del millón. ¿Cuántos extranjeros viven en México y tienen parientes en el extranjero? Pasan del millón. Pues bien. Toda esta gente está siendo privada de regalos navideños que no sean en efectivo, porque todo el mundo sabe que no se puede mandar como regalo los pesos que cuesta el mismo. 

Hemos llegado a la primera conclusión: la agencia que estoy proponiendo no solo es un buen negocio, sino una necesidad social. 

Entonces, vamos a planear la agencia: Para empezar, lo único que se necesita es inventar un nombre: “Regalos Coatlicue”, por ejemplo; segundo, formular una lista de los regalos que se pueden hacer con artículos mexicanos, procurando redactarla en términos atractivos (de esto me ocupare después); tercero, publicar dicha lista en los periódicos de las ciudades extranjeras que tienen mayor población flotante mexicana, como Chicago y Los Ángeles, por  ejemplo, con la siguiente leyenda: "Agasaje a sus seres queridos en México. Evíteles la molestia de pagar impuestos. Fomente la industria mexicana. Estabilice la balanza de pagos... etcétera". De esta manera, los residentes en el extranjero se darán cuenta, no solo de las ventajas que ofrece “Regalos Coatlicue”, sino también de la necesidad urgente que hay de cooperar en esta empresa multibenéfica. Cuarto, esperar tranquilamente a que lleguen los dólares. Quinto, con el dinero y el pedido en la mano, habla uno por teléfono a una tienda y ordena que surtan el pedido. ¿No es sencillísimo? 

Para la formulación de la lista, voy a permitirme dar algunas ideas. Se pueden incluir, entre otros regalos, cosas como: 

Estuche de mamacita. Una cajita de Olinala, con chocolate de metate, dulces cubiertos y jamoncillo de pepita. Ocho dólares

Para la reina del hogar. Una cazuela de Oaxaca, en la que se han acomodado, artisticamente y envueltas en papel de china de diferentes colores, pastas de mole verde, poblano, negro, pipián, manchamanteles, etcétera. Hasta llegar a dieciséis. Seis dólares. 

Para el autor de nuestros días. Una guayabera, una botella de mezcal de Jaral de Berrio, casi desconocido y muy apreciado, y una docena de puros del país. Todo esto va artística pero sobriamente acomodado en un chunde que después sirve para guardar ropa sucia. Veinte dólares.

Para la niña de mis ojos. Una canasta de San Juan del Rio, que contiene dos chorizos de Toluca, un rebozo de Santa María, una peineta, un vestido calado y unos guaraches de plástico. Cuarenta dólares

Para La familia numerosa. Un jarrón de Tlaquepaque, que contiene, en receptáculos galvanizados, tres kilos de carnitas, y cuatro de nixtamal, con tres salsas diferentes, en jarritos típicos. Cuarenta dólares

Y así sucesivamente. ¡Hay tantas cosas que se pueden regalar! 

EI envío es muy sencillo. Se manda por exprés. En junio del año siguiente, los beneficiarios van a Pantaco a recoger sus cosas. (5-xii-1969.)


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ADUANA DE PANTACO: Ubicada en Azcapotzalco, Distrito federal. Una de las 11 aduanas interiores con las que cuenta la republica Mexicana encargada de la importación y exportación de  productos. Mas info aquí… 

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Libro: MISTERIOS DE LA VIDA DlARIA "reúne casi un centenar de textos publicados por Jorge Ibargüengoitia de 1968 a 1976 en las páginas editoriales de Excélsior. Dueño de un estilo mordaz, donde el fragor de la experiencia personal se concili6 con la aceptaci6n de la ridícula condici6n del ser humano,  El escritor revisa en estos textos con intensidad sarcástica las elecciones, los costas de la educaci6n en México, las singularidades del comercio, el futbol y la intolerancia política". Visitar en Amazon.

Autor: Jorge Ibargüengoitia nació en la ciudad de Guanajuato, México, el 22 de enero de 1928 y murió en Madrid, España, el 27 de noviembre de 1983. Su obra abarca novelas, cuentos, obras de teatro, artículos periodísticos y relatos infantiles.Fue becario del Centro Mexicano de escritores, de las fundaciones Rockefeller, Fairfield y Guggenheim; obtuvo, entre otros, los siguientes reconocimientos: Premio Casa de las Américas en 1964 por su primera novela Los relámpagos de agosto y el Premio Internacional de Novela México en 1974 por Estas ruinas que ves.

Colaboró en diversas revistas y suplementos culturales de gran importancia en nuestro país. El reconocido crítico literario Christopher Domínguez afirma: .... hizo de su obra, trágicamente truncada, un corrosivo alegato a favor del humor sarcástico y la ironía antihistórica. Ver más...





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